Elena Tejada-Herrera y Armando Andrade Tudela en 15th Gwangju Biennale Pavilion
Inauguración del pabellón peruano: 5 septiembre 2024, 11am
7 septiembre – 1 diciembre 2024
Para la Bienal de Gwangju 2024, proyectoamil presenta las obras en vídeo de Elena Tejada-Herrera y Armando Andrade Tudela en la exposición El hilo continuo se retuerce y gira sobre sí mismo, una metáfora de la naturaleza intrincada y siempre cambiante de la identidad.
En el marco de la exposición, una observación de Armando Andrade Tudela sobre su obra Huaco deforme, un vídeo monocanal que muestra una antigua cerámica deforme de la cultura Chancay girando sobre su eje, ha servido de catalizador para explorar la interconexión de las obras expuestas.
La idea de El hilo continuo gira sobre sí mismo puede entenderse como una representación metafórica de la naturaleza compleja y siempre cambiante de la identidad. En este contexto, «el hilo continuo» simboliza la esencia de la identidad, que a menudo se percibe como una entidad cohesionada y singular. Sin embargo, la noción de que este hilo «se retuerce y gira sobre sí mismo» sugiere que la identidad no es estática ni lineal, sino dinámica y cíclica. Esta observación, aparentemente inocua a primera vista, se ha convertido en un conmovedor punto de partida, incitando a una contemplación más profunda de la fluidez y el dinamismo inherentes a las nociones de identidad.
Las obras destacadas de Armando Andrade Tudela ofrecen una cautivadora exploración de la narración visual y el discurso histórico: El tríptico Un pentágono tallado en piedra presenta un montaje visual de las películas del artista producidas desde 2008, entrelazando signos visuales para generar nuevas cadenas de contenido. Huaco deforme desafía las percepciones del patrimonio colectivo explorando la deformidad y la singularidad. La verdad ha cambiado ahonda en las complejas relaciones entre pedagogía, adoctrinamiento y violencia en la historia reciente de Perú, empleando una dinámica interacción de imágenes y performances.
La obra de Elena Tejada-Herrera es un comentario que invita a la reflexión sobre cuestiones sociopolíticas: Las Bambas aborda, conmovedoramente, el impacto de las actividades extractivas en las comunidades, especialmente en las mujeres, a través de un despliegue multimedia de figuras vestidas de tela en medio de paisajes cambiantes. Bomba y la Bataclana en la Danza del Vientre desafía las construcciones patriarcales de género a través de representaciones callejeras, celebrando las expresiones culturales populares. Además, Man and Souvenirs explora temas tradicionales a través de una lente contemporánea, incorporando medios electrónicos y humor para deconstruir las normas sociales.
A través de una lente que huye de la rigidez, las piezas expuestas despliegan una narrativa caleidoscópica, teñida de distorsión y psicodelia, que invita al espectador a reconsiderar la esencia misma de la identidad, un concepto en perpetuo flujo, pero que orbita eternamente en torno a sí mismo. Imaginemos un hilo que gira sobre sí mismo, creando intrincados patrones y nudos. Del mismo modo, la identidad no es un viaje sencillo, sino lleno de giros, vueltas e intersecciones. Abarca varias capas, influencias y experiencias que conforman y remoldean el sentido de uno mismo a lo largo del tiempo. Esta metáfora implica que la identidad no es fija, sino fluida, que se renegocia y redefine constantemente a través de las interacciones con los demás, las normas sociales, las influencias culturales y las reflexiones personales. Al igual que un hilo teje a través de la tela, conectando elementos dispares para formar un todo coherente, la identidad se teje a partir de una multitud de factores que se entrelazan e interactúan de maneras complejas.
Un aspecto central de la exposición es el retrato de la identidad como un construcción maleable, entrelazado con los temas del cambio generacional que representan los artistas Elena Tejada-Herrera y Armando Andrade Tudela. Sus obras de vídeo e instalaciones son respuestas viscerales al telón de fondo urbano, y luchan contra el espectro de la violencia y la represión al tiempo que afirman una identidad peruana distinta dentro de un tapiz global. La exploración de la represión sistémica, las dinámicas raciales, las construcciones de género, los legados postcoloniales y la homofobia surgen como motivos prominentes, mostrando una aguda conciencia contemporánea de los conflictos sociales.
A pesar de las diferencias de edad y género entre los artistas, un hilo conductor une sus distintos relatos, convirtiendo el espacio expositivo en un nexo de inclusión en el que convergen múltiples perspectivas. La exposición resuena con una cacofonía de voces y narrativas, ofreciendo un retrato matizado de la identidad peruana contemporánea con reverberaciones que se extienden mucho más allá de sus confines geográficos.
Al reconocer la naturaleza continua y cíclica de la identidad, podemos abrazar las sutiles distinciones y contradicciones inherentes a nuestro sentido del yo. Nos invita a explorar la diversidad y la interconexión de la experiencia humana, reconociendo que la identidad es un viaje marcado por la exploración, el descubrimiento y la transformación.